Archivo mensual: junio 2008

Sex and the City, the movie.

 

Y miren que yo mejor hubiera sacado la séptima temporada. La película se trata sobre el acontecer de las vidas de Carrie, Samantha, Miranda, y Charlotte, durante casi un año. En dos horas quince, que practicamente serían unos cuatro capítulos de la serie, vemos el dramático plantón de Carrie en pleno día de su boda, el nacimiento del hijo de Charlotte, la separación de Miranda, y la vuelta a la soltería de Samantha. 

La verdad no me gustó. Podrían haber sacado la séptima temporada para después poder comprarla en DVD.  Ya sé que la película también sale en DVD pero no había que arruinar todo lo que ya había sucedido en la serie. Mr. Big ha sido más bien odiado por mí . En fin vayan a verla hagan su conclusiones por lo pronto yo les dejo las mías.

1. Samantha parecía haber alcanzado cierta estabilidad con Smith, pero aquí se separan. En mi opinión no es como que cualquier persona, especialmente mujer quiera seguir besando sapos a los 50, no? A fin de cuentas pienso que la vida tiene un curso y que en ciertas casos siempre será mejor convivir con tu pareja, con el amor de tu vida, con el que te hace feliz, y oh man! todoos los emparejados pasamos por dificultades, la clave está en saberlas resolver inteligentemente. Y otra más, ¿ Cómo puedes terminar con 5 años de tu vida así como así ??? bah!!!

2. La boda de Carrie y Big era el gran evento del año. Parecía que finalmente habían alcanzado their own peace of mind. Y Big sale con que ya no a 5 min de CASARSE?? DIgan uds ES ESTA UNA REACCIÖN NORMAL DE UN HOMBRE OVER 50??? no me rompás las pelotas Big!!

3. Drama, drama, drama. En mis recuerdos la serie no era ni tan cursi ni tan dramática, ya que se supone eran chicas independientes haciéndose de un lugar en N.Y. y aquí todas son mujeres deseperadas por casarse o tener un hombre al lado, a excepción de Samantha, quien redefine su búsqueda por el sexo.

4. Y ¿ Qué diablos pasó con la música? Está horrenda y descontextualizada. Y perdónenme los fans de Fergie, pero ¡Nada que ver!

Si uds ya la vieron, díganme igual, si les gustó o no. O si mejor juntamos firmas para la séptima temporada. 

Au revoir. 

Cherry

Las aventuras del brazo réquiem…

 

«I can see everything here with my third eye
Like the blue in the sky»

 

Entré a la tienda. La verdad no me sentía nada bien. No sé que me pasaba pero me sentía bastante mareada y bueno rarísimo en mí, sin ánimo para el shopping. Mi brazo réquiem revisaba algunas prendas, cuando noté que la gente me veía raro. Era sólo un moretón. No estaba en drogas. De repente, una señorita de esas que atienden se me acerco agresivamente. «¿Te puedo ayudar en algo?», me dijo en un tono más bien golpeado.  Vi que su mirada estaba clavada en mi brazo réquiem.

No hizo falta explicar el porqué de su tono.

 

 

Sobre los análisis clínicos…

sangre---OMG!

«So give them blood, blood 
Gallons of the stuff…» 

 

Creo que a nadie le gustan. El viernes fui a hacerme cuatro exámenes médicos. Y todavía faltan dos. Nada me pone más nerviosa que un lugar de esos, dejando fuera los hospitales, claro.

Llegué. Una señorita me cobró lo correspondiente y me dijo que pasara a que me tomaran las muestras de sangre. La enfermera me dijo que necesitaba llenar primero un vasito con mi orina para después pasarlo al tubo de ensayo. La verdad, no tenía ni un poco de ganas por lo que le dije que por el momento no iba a poder hacer eso. Sin más preámbulo ella me dijo que entonces tomaría las muestras de sangre. Palidecí. No sabía ni para donde mirar. Me puso una bandita de dinosaurios en el brazo. «Aguja nueva», me dijo. Yo asentí. Volteé la mirada aunque pude sentir como mi vena era invadida por ese pequeño trozo puntiagudo de metal que causaba un chisguete de sangre bastante caudaloso. Escuché como cambió de tubo de ensayo. «Eso es todo, las 12:30 pasas por aquí para dejarme tu vasito de orina.» Me puso un parchecito para no sangrar más.

Salí con mi novio a comprar algunos líquidos para mi cometido. Me tardé muchísimo pero lo logré. Al regresar me esperaba otro estudio no tan amable. El del  Papanicolau con Colposcopía. A quien se le haya ocurrido semejante estudio, de verdad que tenía imaginación. En fin, me abrieron cual pavo en Thanksgiving y me pusieron varios líquidos. Me ardió. Me asusté. Me dolió.

Por la tarde de ese día sólo quise  dormir. Al despertar vi mi brazo. Lo tengo todo moreteado por el piquete que me dieron. Desde ese momento le llamé el «brazo réquiem».